Las habilidades sociales son la capacidad que posee el niño para relacionarse con personas, materiales y lugares, de manera adecuada y en diversas situaciones.
Poner emociones en palabras. Cuando un niño está alterado no funcionará tratando de calmarlo a partir de razones lógicas hasta que respondas a sus necesidades emocionales, por lo que lo primero que puedes hacer es conectar con lo que está sintiendo. Existen diversas formas de hacerlo: hablando, dibujando o escribiendo. No lo obligues ni intentes hacerlo si tú estás alterado.
Categorizar conductas. Definir lo que se vale y no se vale hacer en los distintos espacios en los que se desenvuelven a lo largo de la rutina y especificar el uso que se le debe dar al material con el que están en contacto.
Promover la empatía. Dirigir la atención de los niños hacia las emociones de los demás planteando preguntas que los lleven a reflexionar sobre los sentimientos ajenos.
Mediar en la resolución de los problemas sociales. Utilizar la situación para fomentar el crecimiento y el aprendizaje, de esta manera promovemos el que conecten con otros, incluso, a través del conflicto.
Reconocer el lenguaje no verbal. Enseña a los niños a reconocer y a analizar la comunicación no verbal. Esto les dará más herramientas y un panorama más amplio al relacionarse con los demás.
Modelar las habilidades. Una de las mejores maneras de promover las habilidades sociales es poniéndolas en juego nosotros mismos. Los docentes podemos moldear directamente estas habilidades a través de las experiencias que compartamos con los niños día a día.
Kommentare